Hace unos días, salió la noticia que seguro ha dejado a más de uno con cara de otro: en España, si hoy quieres sacar más de 3.000 EUR en cash (efectivo) de tu cuenta de banco, tienes que pedir permiso.
Literalmente.
Suena a broma de mal gusto, ¿no?
Pues fue una notificación oficial del gobierno: si quieres tu propio dinero, primero debes notificar al Estado, explicar para qué lo necesitas y esperar su bendita aprobación.
¿Y si no lo haces?
Una multa de hasta 150.000 euros.
Fijaros hasta donde hemos llegado.
Lejos queda ya eso de: libre circulación de mercancías, personas, servicios y, sobre todo, capitales.
Y lo peor es que esto no llega solo.
Solo unos días antes, gran parte del país se quedó sin luz.
Blackout
Cero electricidad.
Sin TPVs, sin móvil, sin acceso a tus apps, sin poder pagar ni un café.
Fue entonces cuando muchos redescubrieron que el cash es el King, como el Tote.
No necesita cobertura, ni aprobación ni permiso. Simplemente funciona.
No te creas que esto viene de golpe. Lleva años planeado.
Ya no solo quieren que vivas conectado, identificado y trazado; también quieren decidir cuándo y cómo puedes usar tu propio dinero.
Y no se esconden en admitirlo.
Si hace unos años me hubieras dicho que un país europeo te iba a tratar como sospechoso solo por querer sacar cash de tu banco, te habría dicho que no lo vería claro.
Pero, amigo, las cosas han cambiado. Voy a listar algunas “cositas” interesantes:
Restricciones al efectivo
Límites a las transferencias
Aumento de la vigilancia financiera
Digitalización forzada de todo
Unión Europea impulsando su gran proyecto: el euro digital (moneda programable, conectada a tu identidad digital, diseñada para ser trazable, controlable y —cuando convenga— bloqueable).
¿No te lo crees? ¿Se lo has contado a tu cuñado o a tu padre y te dice que eres de la ultraderecha?
Pregunta en China cómo funciona el yuan digital.
Pregunta en Nigeria por su e-naira.
Mira cómo en Canadá se congelaron cuentas bancarias de manifestantes con un clic. No es teoría. Pasó de verdad.
Yo no quiero vivir en un sistema financiero donde tengo que justificar mis decisiones más básicas.
No quiero que nadie me diga cuánto puedo ahorrar, gastar o retirar.
No quiero ser “tolerado” por el sistema. Quiero ser libre “dentro” de él. O mejor aún: fuera del mismo.
Y por eso, desde hace años, tengo una parte importante de mi patrimonio en Bitcoin.
No porque prometa hacerme rico. Sino porque representa todo lo que el sistema fiat está perdiendo: propiedad real, soberanía individual, libertad sin permiso.
El otro día hablaba con mi hermano oscureta (ese que no se quién es pero que me conoce mejor que mi madre. Sí, esas cosas pasan) sobre la soberanía de Bitcoin y el puñetazo encima de la mesa que significa entenderlo.
Grábate esto a fuego:
Bitcoin es una forma de vivir
No me pide una excusa para mover mis fondos.
No necesita aprobación estatal para funcionar.
Nadie puede inflarlo, congelarlo ni censurarlo.
Y cuando las reglas del viejo juego empiezan a parecerse a una distopía, lo mínimo que quiero es tener una puerta de salida abierta.
Esto igual te va a doler, pero lo verdaderamente radical es que en 2025 no tengas Bitcoin aún. Y para meter más el dedo en la llaga, tengas que pedir permiso para usar tus propios ahorros.
Lo radical es que castigan al que guarda dinero y premian al que lo dilapida. Lo radical es que nos vigilen por defecto y nos exijan transparencia unilateral, mientras ellos operan en opacidad.
El sistema tradicional ya no es neutral. Es cada vez más hostil con el ciudadano común.
Y sí, Bitcoin volvió a superar los $100.000.
El tren no ha pasado, pero cada vez acelera más. No lo digo con tono, pero sí con urgencia racional: si aún puedes proteger parte de tu patrimonio fuera del sistema, sin que nadie te diga cómo, cuándo ni por qué... ¿a qué estás esperando?
No esperes a que llegue el próximo apagón, que llegará. Ni a la próxima ley absurda, que también se aprobará. Ni a que un burócrata decida si puedes o no pagar tu alquiler en efectivo.
Prepárate mientras puedas. Porque no nos va a salvar nadie
Porque un sistema que castiga la libertad no merece tu confianza. Y un dinero que no puedes usar libremente... no es tuyo.
Me has dejado sin palabras…. porque tú las has puesto todas!!!! Totalmente de acuerdo!!!! El problema es creo que veremos cosas más bestias….. y la única solución que se me ocurre: anticiparse al momento 🤷🏻♂️🤷🏻♂️🤷🏻♂️
Entiendo que se asocie Bitcoin a libertad y que este sea por definición más anónimo, más "libre" que la moneda fiat. También su posibilidad como reserva de valor.
De todas formas, como garante de la libertad sigue siendo vulnerable. Qué pasaría si todos los países empiezan a prohibir su uso o su posesión?
Es una posibilidad lejana, pero una posibilidad al fin y al cabo.
https://www.criptonoticias.com/regulacion/india-prohibicion-bitcoin-cbdc-ventajas/#:~:text=El%20gobierno%20de%20La%20India,pa%C3%ADs%20de%20Asia%20del%20Sur.